Las construcciones pasivas son una realidad que día a día se hace más frecuente, y no se limitan a viviendas, sino que abarcan oficinas, y edificios comerciales.
Son muchas las ventajas y beneficios que se obtienen de este tipo de edificaciones, desde el ahorro energético, principal bondad exhibida, que conlleva a un beneficio económico.
Todo esto se mantiene conjuntamente a un junto un cuidado medio ambiental que buscamos constantemente para lograr un mejor futuro.
¿Qué es passivhaus?
Es un estándar de construcción que busca una eficiencia energética, mayor confort de sus ambientes internos, manteniéndose respetuosa con el medio ambiente y accesible desde el punto de vista económico.
Una construcción pasiva tendrá un consumo de hasta un 80 % menos al compararla con una edificación convencional, pudiendo prescindir en ocasiones de los sistemas de calefacción y enfriamiento, gracias a la implementación de un eficiente sistema de aislamiento.
Construcción de una Passivhaus
El aislamiento de una edificación es el elemento que ayuda a que la temperatura de las edificaciones se mantenga en un nivel adecuado para proporcionar suficiente confort a sus habitantes.
La reducción del empleo de fuentes de energía adicionales a las naturales, manteniendo un confort interior, sin necesidad de emplear sistemas de climatización para contribuir a esa comodidad.
El aislamiento térmico necesario para obtener la certificación pasiva, debe proteger tanto del frío del invierno, como del calor en el verano, eliminando los puentes térmicos o puntos sin aislar.
Del mismo modo, debe asegurarse la estanqueidad, es decir, impedir entradas de aire externo, ni salidas del ambiente interno.
A pesar de esta condición de estanqueidad, no se llega a tener un aire interior viciado, pues goza de un sistema de intercambio de aire que es capaz de filtrar, y elimina toxinas, al tiempo que se aclimata, enfriándose o calentándolo según la estación en que se esté.
La construcción debe estar orientada en la localización elegida, manteniéndose sombreada y protegida durante los meses de calor, y durante el invierno pueda recibir suficiente luz solar para mantenerse caliente.
Los posibles puntos de fuga se presume son puertas y ventanas, por lo que se instalan las de mejor calidad, que disponen de doble, o más cámaras de aislamiento que mantiene una barrera con respecto al ambiente externo.
Una consideración especial, cuando se construye una edificación bajo el estándar pasivo, es un diseño adaptado a las variaciones climáticas.
Diseño bioclimático
El diseño de esta vivienda considera que cada sector de la vivienda o edificio mantiene una necesidad de energía distinta, según el uso que se le da.
No se requiere la misma cantidad de energía para aclimatar la habitación o los baños, que la cocina o patio techado, por ejemplo.
Debe adaptarse la energía que se suministra a cada sector de la vivienda tomando en cuenta la orientación que tiene con respecto a la salida del sol, que puede mantener mejor iluminada el estudio durante las horas del día, habiendo menos necesidad de implementar iluminación artificial.
El aislamiento de una vivienda para lograr mantener en un nivel óptimo la temperatura interna de las edificaciones, debe cubrir todas sus paredes, incluyendo la fachada y la terraza, e incluir ventanas y puertas.
Cumpliendo con todos los requerimientos se logra alcanzar un máximo confort, ahorro energético y economía con este novedoso sistema.