● Los edificios Passivhaus son notablemente más frescos que los edificios convencionales, y esto se debe, sobre todo, al excelente nivel de aislamiento térmico y a estrategias efectivas que previenen la acumulación de calor.
● El Passivhaus se caracteriza por su aislamiento térmico de alta calidad, una envolvente continua hermética, un buen control solar y un buen sistema de ventilación interior, entre otros factores.
● Además, la ventilación mecánica, hace un uso eficiente de la energía, aporta bienestar y permite reducir el consumo de aire acondicionado en esta época hasta un 30% gracias a un funcionamiento inteligente.
Madrid, 21 de julio de 2022. El mes de julio es el mes más cálido del año y uno en los que más se dispara la factura de la luz para muchos usuarios. Las altas temperaturas provocan que demos más uso del habitual a los sistemas de aire acondicionado para conseguir bienestar y aliviarnos un poco. Pero con este gesto a menudo se nos olvida que de este modo estamos haciendo daño no solo al bolsillo sino también al medio ambiente.
Las viviendas con certificación passivhaus están preparadas para pasar el verano en mejores condiciones que en una casa convencional. “Su aislamiento, envolvente y hermeticidad garantizan confort térmico interior, hasta los meses más calurosos de verano y así se hace frente a las olas de calor gracias a un método certificado de cálculo a partir del cual obtenemos la certeza de que esta premisa se cumple” afirma Manuel Medina, presidente del Consorcio Passivhaus y Country Manager Spain & Portugal en ISO-Chemie.
Las casas pasivas también aportan “ventilación mecánica, que es una de las soluciones que permite ahorrar hasta un 30% del consumo de aire acondicionado mediante el tratamiento del aire frío o caliente que entra en la vivienda” afirma Josep Castella, Country Manager de Zehnder Group Ibérica y miembro de la Junta Directiva del Consorcio Passivhaus.
Este sistema de ventilación que incorporan las casas pasivas es muy eficiente y además impide que entre menos de 1⁄3 de la humedad que entraría en condiciones normales en otro tipo de vivienda. De este modo no es necesario abrir ventanas ya que climatiza y evita la entrada y salida indeseada de calor.
Además los sistemas de ventilación en casas pasivas pueden servir para climatizar sin tener que duplicar el sistema por lo tanto no será necesario tener ventilación y climatización. Este tipo de instalaciones nos ayuda a mantener el nivel de confort adecuado tanto en invierno como en verano puesto que mantiene la misma temperatura en exterior e interior. Estos sistemas pueden dar hasta una potencia de enfriamiento hasta 15w/m2, que es la demanda de refrigeración de una casa pasiva.
La ventilación mecánica con recuperación de calor se basa en un conjunto de conductos a lo largo de la vivienda que al mismo tiempo extraen el aire viciado de las zonas húmedas e impulsa aire limpio a las áreas secas de la vivienda. Llega consigo una serie de filtros que controlan la calidad del aire (CAI) que entra en la vivienda limpiando así posibles partículas o elementos nocivos que no nos interesa que entren en ella y renovándose
Para evitar el sobrecalentamiento interior de un edificio también podemos contar con medidas “pasivas” que no exigen consumo de energía de refrigeración como por ejemplo proyectar persianas venecianas orientables de exterior para que la radiación solar infrarroja no entre por el cristal, hacer ventilación cruzada durante toda la noche, de este modo entra aire fresco, y se extrae el aire caliente descendiendo rápidamente la temperatura interior del edificio.