El estándar de construcción Passivhaus surgió a principios de los pasados 90 en Alemania. A lo largo de esa década y principios de los años 2000, el estándar se fue extendiendo por los países centroeuropeos hasta llegar a principios de esta década a nuestro país. Hoy, ya tiene mayor presencia en nuestra cultura constructiva y cada vez es menos desconocido.
Sin embargo, en según qué ámbitos todavía se interpreta la construcción según estándar Passivhaus como algo propio de climatologías frías, nada más lejos de la realidad, como puede demostrar el hecho de que cada vez se están construyendo en el sur y el levante español más edificios que cumplen con las exigencias del estándar. Un ejemplo de ello es ‘The Wave House’, vivienda pasiva proyectada y dirigida por el arquitecto Enrique Cacopardo. La casa se encuentra en la lujosa Urbanización Monteromero, en la Cala de Mijas, Málaga.
El estándar Passivhaus responde a un modelo prestacional, por lo que cada región tiene sus condicionantes dependiendo de su climatología. En los climas cálidos se debe prestar atención a la optimización de la orientación de la vivienda y al control de la radiación solar, sobre todo durante los meses más calurosos. En el caso de ‘The Wave House’, su orientación era hacia el sur, con aberturas de grandes dimensiones que primaran las visuales, con lo que era esencial el diseño de las sombras. Para ello se aplicaron elementos fijos, como aleros, y otros móviles, como persianas, que permiten controlar durante todo el día la radiación solar que incide sobre las aberturas.
En este último caso se emplearon las persianas Metalunic Sinus, de Griesser, un sistema muy eficiente que se adaptaba a todos los condicionantes del proyecto. Al ser un sistema apilable permitía resolver mejor la situación del aislamiento y la hermeticidad de la envolvente. Además, es regulable, con lo que el sistema de lamas regula la incidencia solar sin perjuicio de las vistas. Finalmente, al poder automatizar las persianas es posible mantener controladas las ganancias solares durante todo el día sin la necesidad de la intervención del usuario. Así, se demuestra que el estándar Passivhaus se adapta a todo tipo de climatología, simplemente es necesario aplicar las herramientas y estrategias adecuadas a cada situación para obtener el mejor provecho y rendimiento energético de la vivienda.
