Repletas de beneficios, tanto económicos como para el medioambiente y nuestra salud, las viviendas Passivhaus son un fenómeno que no para de crecer internacionalmente. Hablamos de triunfar en calidad de vida y bienestar, empero además en capacidad ahorrativa.
Una vivienda pasiva, o Passivhaus, es un tipo de creación que busca usar los recursos de la arquitectura bioclimática y la eficiencia energética. Estas casas son tendencia, pues, se adaptan a las preferencias recientes de la sociedad: ventajas para su salud, el mundo y el bolsillo, de manera simultánea.
Aunque hace décadas existe este término, las viviendas Passivhaus se ajustan perfectamente a los hábitos contemporáneos, que buscan alinearse cada vez más con una mirada sustentable, actualizada y servible.
Entre otras cosas, una vivienda pasiva busca conseguir un control de la temperatura para mantenerla ideal y, además, regir el gasto energético, lo cual suele ser bastante difícil en los domicilios.
Comprendemos que en nuestra vida diaria, el derroche de energía es bastante difícil de contener. Esta clase de estructuras está orientada a hacer una optimización en la eficiencia energética con la condición de no abandonar nuestras propias necesidades simples.
De esta forma, las viviendas pasivas son casas que buscan funcionar sin necesitar aportes de energía del exterior, consumiendo entonces la mínima proporción de calefacción o aire acondicionado.
La certificación Passivhaus
“Passivhaus” es un estándar de certificación energética que se proporciona de manera voluntaria para inmuebles que sean de obra nueva o rehabilitación.
Para obtenerla, dichos deberán minimizar el 75% de las necesidades que se relacionan con la calefacción o la refrigeración y, lo demás, podría ser cubierta con energías renovables.
Este estándar busca que se haga el más grande bienestar para los usuarios, una bastante buena calidad de aire para el interior y un consumo energético cercano a cero.
Desarrollado por el Instituto Passivhaus en Darmstadt, Alemania, las viviendas Passivhaus tuvieron un enorme aumento en los últimos años en nuestro estado.
Esto se debe, primordialmente, a que por su estrecho proceso de diseño y el control intensivo en la obra, ofrecen una disminución del gasto energético en verdad relevante en relación con una creación clásica.
En la actualidad, las viviendas pasivas cobran una relevancia que cada vez tiene más y más peso, pues se alinean con las mentalidades recientes y canalizan las necesidades de los clientes.
El ahorro energético en los domicilios pasivos puede reducirse una media de 70- 90% con respecto a las llamadas casas convencionales. Para lograrlo, las casas Passivhaus tienen que llevar a cabo 5 principios básicos.
4 principios de las casas Passivhaus
Cualquier vivienda pasiva estándar debería consumar 5 principios básicos, que le permiten el ahorro de energía y el aprovechamiento de energía natural que comentábamos antes.
1.-Ausencia de puentes térmicos
Los puentes térmicos se reconocen como esos espacios y puntos en los cuales el aislamiento térmico se pierde. Dichos proporcionan sitio a los llamados “puntos fríos”; ahí donde se crea una pérdida de energía notable, haciendo más fácil la construcción de condensaciones.
Al utilizar el aislamiento térmico correcto, eligiendo el diseño, material y ejecución de paredes exteriores, la cubierta y el suelo, las viviendas pasivas se reconocen por su ausencia de puentes térmicos.
2.-Aislamiento térmico completo
En relación con las viviendas convencionales, las Passivhaus tienen la posibilidad de llegar a triplicar el espesor del aislante térmico.
El aislamiento térmico correcto es clave en las viviendas pasivas, para que la pérdida de calor sea mínima, realizando que la calefacción sea innecesaria y la demanda de energía decrezca hasta en un 90%.
3.-Ventilación renovada y controlada
La calidad del aire en las Passivhaus es asombrosa, dada la renovación continua y controlada del viento interior. Debido a la existencia de ventilación mecánica con recuperador de calor, que posibilita aprovechar el aire que entra en la vivienda, y minimizar la pérdida de temperatura, al sacar de la casa el aire utilizado, dando espacio a esta renovación.
De esta manera, optimización de manera significativa la calidad del viento que se puede respirar en una vivienda, beneficiando en especial a los individuos que padecen de alergias al polen, que sienten que el aire filtrado les optimiza mucho la exposición a los componentes alérgenos en su casa.
Este mismo sistema es el que provoca que, por medio del recuperador, el viento que entra en la casa esté filtrado de polvo.
4.-Hermeticidad al aire exterior
Para eludir infiltraciones de aire no deseadas, se sellan cada una de las uniones entre los diferentes materiales de la casa para cubrir probables espacios o fisuras que se hayan podido crear.
De esta forma, las viviendas pasivas consiguen proteger la hermeticidad del aire, disminuyendo las pérdidas energéticas.
Si estás pensando en la probabilidad de vivir en una vivienda Passivahus, deberás asesorarte con expertos experimentados que logren continuar paso a paso cada uno de los puntos a tener en cuenta para obtener dichos resultados.