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Salud en las casas Passivhaus
12.12.2021 BLOG

Salud en las casas Passivhaus

Las edificaciones passivhaus mantienen una eficiencia energética muy alta, empleando estándares de diseño que logran optimizar el aislamiento acústico y térmico, reduciendo de este modo el consumo y necesidad de calefacciones y mejorando la calidad del aire interior.

Es necesario establecer ciertos criterios en la edificación, como son el diseño bioclimático, la eliminación de puentes térmicos, aislamiento, control de estanqueidad, colocación de ventanas y la recuperación de energía a través del sistema de ventilación.

Todos estos elementos son los que logran un considerable ahorro energético, y económico, además de contribuir a la conservación y uso adecuado de nuestro medio ambiente.

 

Contribución a la salud

Aire limpio

La ventilación constante y adecuada que supone la utilización del estándar passivhaus en la construcción de viviendas, permite la permanente extracción de todo el Co2 que se acumula dentro de la vivienda, y aún más cuando está previsto un aislamiento térmico y acústico.

Pero todo no queda allí, sino que de ese aire contaminado que deseamos extraer, se aprovecha su calor contenido, con un recuperador de temperatura, sin riesgos de toxicidad por el empleo de filtros adecuados que limpian el flujo de ventilación que constantemente mantenemos con el exterior.

Todas estas innovaciones repercuten en la salud respiratoria de todos los habitantes de la vivienda passivhaus, ya que al mantener un aire purificado y libre de toxinas, eliminamos la posibilidad de un envenenamiento por Co2, que se produciría por dormir toda la noche en un ambiente hermético y con calefacción, por ejemplo. Por otra parte, se eliminan las posibilidades de reacciones alérgicas al polvo, o al polen, ya que la purificación del aire interno y externo que circula por la casa no mantiene altos contenidos de ácaros o sustancias naturales de las plantas exteriores.

Temperatura

El aislamiento perfecto de la construcción pasiva, aunado a la constante recuperación térmica del aire expulsado, sin la necesidad de otros medios de calefacción o enfriamiento, hace que la temperatura interna de la vivienda se mantenga en un nivel óptimo, sin grandes fluctuaciones, lo que repercute en la eliminación de afecciones secundarias a la exposición a altas o bajas temperaturas como son, golpes de calor en adultos mayores, hipotensión y patologías respiratorias.

Luz solar

Es un estándar en este tipo de construcción, la máxima utilización de la luz natural o solar. Esta característica no hace necesaria la excesiva instalación de focos de luz, para mantener una función visual de calidad. 

Toda esa luz natural evita la aparición de cefaleas y síndromes de agotamiento, por forzar la agudeza visual al realizar tareas de oficina, escolares o domésticas de precisión.

Humedad

El aislamiento y sellado en la vivienda, conjuntamente con la filtración de la ventilación natural externa, impide la formación de moho y hongos procedentes de la acumulación de humedad en nuestras casas. 

Las afecciones respiratorias y dermatológicas, producidas por hongos y moho en general, no tienen cabida en el estándar passivhaus.

Todas estas contribuciones de limpieza y saneamiento ambiental, hace del estándar passivhaus una tendencia en alza, al permitir no tan solo una eficiencia energética, sino también la preservación del estado de salud.