La conciencia que hemos adquirido acerca del tema conservación ambiental, nos hace más sensibles, y proclives a mejorar nuestras elecciones en tópicos que no parecían entrar en estas consideraciones.
Podríamos pensar en reciclaje, control de la contaminación por los gases provenientes de los vehículos, economía en el uso razonable de las aguas.
En esta búsqueda del cuidado ambiental no parecía tener cabida la elección de una construcción o edificación en particular.
Eficiencia energética y ambiente
Afortunadamente, ahora conocemos la existencia de un estándar de construcción, que puede ir desde residencias familiares hasta edificaciones más grandes y complejas.
Hablamos de la conveniencia conservacionista que brinda la construcción passivahus.
Ventajas passivahus
Eficiencia energética
Estas construcciones nos proporcionan la bondad de no necesitar mayor demanda energética, para obtener agua fría o caliente, según la estación. Tampoco es un problema energético, ni en costos al requerir mucho enfriamiento de los ambientes en verano, o más calefacción en invierno.
Estos aportes calóricos provienen de su localización estratégica, para el correcto aprovechamiento de las condiciones climáticas del entorno. Si conjuntamente a esta ubicación, se instalan paneles solares, o sistemas de almacenamiento calórico, el requerimiento de otro tipo de energía sea igual a 0.
Salubridad del aire
La instalación de un sistema de ventilación y purificación del aire que penetra en estos espacios asegura la limpieza del ambiente interno, que se mostrará libre de aromas indeseados.
No queda allí todo el asunto, en la búsqueda una conservación del ambiente, el sistema de construcción pasiva prevé un filtrado de la totalidad del aire interno, ya viciado por el desecho de Co2 y otros propios del quehacer diario, para no contaminar el espacio natural externo a la vivienda.
Luz solar
La ubicación cuidadosa y estratégica que establece el estándar passivahus, permite un máximo aprovechamiento de la luz natural, con el consecuente resultado de no utilizar mayor gasto eléctrico, y otro efecto no tan mencionado, que es la salud visual de los habitantes de la edificación.
Esta misma exposición a la luz natural, mantiene sanos nuestros huesos, y nos hace menos propensos a sufrir de enfriamientos nocivos para los sistemas respiratorios.
Sin estrés
No necesita mucha explicación, para entender que mantenernos en un ambiente aclimatado sin energías artificiales, con luz natural necesaria para nuestro organismo, y con una baja o nula exposición a olores y ruidos molestos, conduce a que las construcciones pasivas están siendo cada vez más solicitadas.
La contribución que cada uno de nosotros aporta al usar construcciones amigables como lo son las casas pasivas, hará que más pronto que tarde disfrutemos de un mejor ambiente y nos mantengamos en un estado natural de relajación.
Conservación de fauna y flora
Cuando se implementa la construcción de una edificación passivahus, se mantiene en todo lo posible el ambiente natural del entorno. Se procura el mantenimiento de árboles y vegetación en general, lo cual sostiene a toda la población de animales de la zona.
Se recurre a una mínima intervención de las estancias en donde se construyen las edificaciones.