Es conocido que la función principal que buscan satisfacer con la construcción de viviendas pasivas, es elevar el confort en las estancias internas de las viviendas, con un muy bajo, o nulo, consumo energético.
Por otra parte, se conoce que las familias deben destinar grandes porciones de su presupuesto para cumplir con los pagos de gas, electricidad y agua caliente.
Si conectamos las aspiraciones ambientalistas, con los altos costos que sostienen las compañías que surten de energía en nuestra región, llegaremos a una necesidad económica y ecológica.
Cuando se piensa en mejorar los estándares de construcción, se busca conseguir una mayor eficiencia de las fuentes energéticas, que la construcción en sí misma colabore con esta eficiencia, obteniendo confort y ahorro.
Cuando compramos una vivienda, es confortable saber que se trata de una edificación sostenible en el tiempo, tanto en energía, como en costos.
Nos preguntamos, ¿Qué debo hacer para mejorar mi estándar de vida, confort y economía?
Soluciones constructivas
Las construcciones pasivas son levantadas con técnicas de ubicación y aprovechamiento de materiales que les permiten sacar el máximo aporte posible, de la energía solar.
Independientemente de la estación por la que se atraviese, es posible calentar e iluminar, cuando estamos en invierno, o refrescar, enfriar y obtener confort en verano.
Si se instala paneles solares, con estructuras de almacenamiento, puede, incluso, llevar a números cercanos a cero, el requerimiento de alguna otra fuente energética, diferente a la muy apreciada y económica luz solar.
Arquitectura bioclimática
El empleo de recursos y técnicas constructivas, que aprovechan la ubicación de la edificación, obtienen el máximo provecho de los recursos del ecosistema que le rodea, para mayor eficiencia en la climatización de sus estancias.
El calor recibido durante las horas de sol, es aislado del interior de la vivienda durante el día, logrando mantenerlo fresco.
Si es almacenado debidamente, se emplea para calentar cuando haga falta, ya sea por las noches e incluso al cambiar de estación.
Las edificaciones pasivas fueron ideadas para aprovechar la radiación del astro rey, empleando muy altos niveles de aislamiento, conjuntamente a efectivos sistemas de ventilación.
La aplicación de estos basamentos bioclimáticos es posible en casi cualquier tipo de construcción. Siguiendo algunas directrices como son las que a continuación enumeramos.
Bioclimática
Decidir en donde será levantada una edificación, es una decisión de peso que debe estudiarse atendiendo varios elementos
El clima de la zona, la dirección y tipo de viento que se experimenta, la incidencia de la luz solar en las diferentes horas del día, son parámetros que afectan la comodidad en el interior de la construccion.
Las diferentes estructuras naturales y artificiales que rodean la zona en donde se construirá, se tomará en cuenta, toda vez que hará variar la incidencia de la luz solar, o impedirá que lleguen las ráfagas de viento.
Aislamiento
Aislar la edificación con materiales y técnicas adecuadas, se traduce en la conservación del calor externo para emplearlo en el invierno, o mantener la estructura más fresca en verano.
Se convierte en una gran diferencia, porque hará depender una menor dependencia de energías diferentes al sol, para calentar o enfriar las estancias, con su beneficio económico
Ventanas y puertas especiales
A través de las ventanas y puertas, se estima que penetre en verano o se escape en invierno, mucha de la energía que pudiera servirnos para mejorar el confort.
La construcción pasiva prevé la instalación de ventanas y puertas con doble o triple cámara que servirá de aislante. De igual manera, se cuida que su instalación no permite entradas o salidas de aire por sus bordes.
Esta previsión, conjuntamente con el sellado de los materiales empleados, permiten una estanqueidad, que evita infiltraciones.
Recuperación de calor
Se instala un sistema de ventilación que asegura la renovación del aire interno, manteniéndolo libre de contaminantes.
Ayuda a mantener el calor del aire que entra durante el invierno, o lo mantendrá libre del exceso de temperatura en verano, enfriándose para contribuir al bienestar y comodidad de los habitantes.
El momento en que estamos actualmente, precisa de mantener nuestro nivel de comodidad y buen vivir, sin afectar el futuro del planeta. La construcción pasiva se mantiene comprometida con este ideal.