Organizado por el Consorcio Passivhaus, Onhaus y Passivahus Consultores, se invitó a una mesa-coloquio y debate a las principales empresas navarras del sector y varias de ámbito nacional, bajo el título ‘Vivir en un edificio de consumo casi nulo/Passivhaus: ¿de qué negocio hablamos?’. Un total de 140 personas, entre profesionales del sector, promotoras, constructoras, fabricantes, estudios de arquitectura, directivos y gerentes de empresa asistieron al evento atraídos por el interés que despierta este nuevo tipo de construcción.
Los ponentes invitados por el Consorcio Passivhaus fueron:
- Alberto Bayona, de Nasuvinsa.
- Luis Antonio Martínez, de Consorcio Passivhaus y Passivhaus consultores.
- Javier Carmona, gerente de Jacar Navarra.
- Koldo Monreal, gerente de Onhaus y presidente ejecutivo de Ingeniería Hobeki.
Durante el coloquio se debatió sobre la exigencia del mercado y la necesidad que tienen las empresas de reinventarse para seguir siendo competitivas ante el negocio empresarial que supone estos cambios. Hubo valoraciones personales sobre esta nueva construcción y experiencias que muchos ya conocen por vivir en una casa Passivhaus, como es el caso del ponente Koldo Monreal, quien vive desde hace ya unos años en un casa construida bajo este estándar y nos contó de primera mano su opinión personal.
¿Qué es el estándar Passivhaus?
El estándar Passivhaus se basa en una forma de edificar orientada a reducir al máximo la energía necesaria para la climatización del inmueble, una exigencia que será de obligado cumplimiento por parte del Estado a partir de 2019 en los edificios públicos. Ello conlleva un cambio muy importante y las empresas del sector tendrán que adaptarse para poder ser competitivas en un mercado que está cambiando.
Las casas pasivas presentan diversas ventajas:
- El objetivo de las casas pasivas es obtener un buen confort interior, al mismo tiempo que se tiene un consumo muy bajo de energía, tanto para calefacción como para refrigeración.
- Se estima que construyendo con este sistema, en España puede llegarse a la mejora del 60% respecto al consumo habitual de energía de un edificio nuevo. Además, con este sistema siempre se lograría la clasificación energética A.
- Este estándar no implica el uso de un tipo de producto o material en concreto, sino la optimización de los recursos existentes: la orientación óptima de las ventanas para aprovechar el calor y la ventilación, o instalar protecciones solares que impidan un sobrecalentamiento en verano, por ejemplo.
- Por otra parte, estas casas también aportan beneficios para la salud del inquilino, ya que como el aire es filtrado no entra polvo ni polen y se reducen los molestos efectos de las alergias.
- Al disponer de mayor aislamiento que una vivienda convencional, también las hace más silenciosas, aún en zonas de mucho ruido ambiente.
- Reducción en mas de un 70% de las emisiones de CO2 a la atmósfera.
La vida en un edificio Passivhaus supondrá una serie de beneficios y ventajas para el consumidor final. Las empresas deben adaptarse a una futura demanda por parte la sociedad para ser competitivos en un mercado que está cambiando.