La concepción de una vivienda ecológica, con diseño bioclimático, o casa pasiva, encierra gran cantidad de tipos diferentes, materiales constructivos y sistemas de construcción en las edificaciones.
La definición de casa ecológica abarca una construcción elaborada con materiales de origen natural, producto de un proceso de reciclaje, o que puedan ser reciclados.
Debe aprovechar los elementos de la naturaleza en su entorno, valerse de la orientación en el espacio para el máximo aprovechamiento de la energía solar, y de las fuentes de agua de su alrededor.
Tienen la facultad de autoabastecerse de energía, por medios naturales y sistemas especializados, causando un mínimo impacto en la naturaleza.
La búsqueda del aprovechamiento de la ubicación en la naturaleza, conjuntamente con las actuaciones de bajo impacto para el medio ambiente, son pilares básicos en este tipo de construcción ecológica.
Pasivas
En otro contexto parecido, pero diferenciado, se encuentran las casas pasivas, que requieren poca demanda energética para su funcionamiento y aclimatado, otorgando un gran confort en sus instalaciones internas.
La planificación de la construcción pasiva, y el uso de los materiales adecuados han sido pensados para su máximo funcionamiento bajo un requerimiento energético mínimo, y aunque ambos conceptos pueden coincidir en algunos aspectos, no necesariamente van de la mano.
Estándar pasivo
Este método de construcción origina en Alemania en los años 80, por los profesores Adamson y Feist, encierran un concepto de vivienda con un mínimo consumo de energía, lo que implica bajo costo y sostenibilidad en el tiempo.
Su principal meta es bajar el requerimiento energético al mínimo, para calefacción o refrigeración, según la estación a la que se esté atravesando.
La elevada eficiencia energética reduce el impacto en el ambiente por emisiones de CO2 hacia la atmósfera, contribuyendo ampliamente a la preservación del planeta.
La demanda de energía perfectamente puede satisfacerse empleando fuentes renovables.
Pilares pasivos
El estándar de construcción pasivo, o passivhaus se sostiene sobre elementos básicos, como el de un cuidadoso aislamiento de sus paredes y fachadas, que impide el impacto inadecuado de los elementos externos como la energía solar, aguas provenientes de fuentes naturales y propios de la construcción.
La eliminación de todos los puentes térmicos en el cerramiento de la envolvente, con una cuidadosa instalación de puertas y ventanas de características especiales, que evitan pérdidas energéticas.
Esta eliminación de los puentes térmicos, va de la mano con el cerramiento de la envolvente de la edificación.
Al cerrar por completo la posibilidad de que entren infiltraciones externas, o salga parte del aire interior, se evita la consecuente variabilidad de la temperatura y confort, que traería como consecuencia necesidad energética adicional.
El complemento perfecto de este estándar de construcción se da con la instalación de un sistema de ventilación y filtrado que se encarga de recuperar el calor, incluso del funcionamiento natural en el equipamiento del hogar, para ser adecuado para el uso.
Así mismo se encarga de filtrar y extraer el aire viciado interno, para verterlo en el ambiente sin causar daño alguno.
También se toma aire puro del ambiente externo, se filtra, para liberarlo de posibles toxinas, adecuándose así para ser disfrutado por los habitantes de la vivienda.
Todo parece encajar de manera perfecta, cuando se cuida la ubicación de la construcción, y se extreman todos los detalles, en búsqueda de lograr un máximo confort, sin acudir a fuentes que dañen el planeta de todos.
