La búsqueda de una construcción de viviendas energéticamente sostenibles, y adaptadas al entorno en donde se levantan, ha ido permitiendo que el criterio o estándar de construcción pasivo, se incremente cada vez más.
Este estándar está basado en mejorar la eficiencia energética de las edificaciones, afianzándose en la utilización de los elementos ambientales como son la energía solar, con su calor e iluminación, y las ráfagas de viento que otorgan ventilación y ambiente puro en el interior de las instalaciones.
Pero el estándar pasivo va más allá de estas especificaciones.
En realidad, sostiene muchas precisiones, que hacen de las construcciones realizadas bajo el concepto pasivo, unas edificaciones, sostenibles, confortables y saludables, lo cual las coloca en posición preferencial de las personas.
¿Qué es construcción Passivhaus?
El estándar de construcción pasiva, o Passivhaus, constituye un grupo de especificaciones de construcción, que busca mejorar la eficiencia energética en las edificaciones, valiéndose de la ubicación estratégica de ellas, instalación de puertas y ventanales que garantizan una hermeticidad, en conjunto con la envolvente y cierre de cualquier puente térmico que se presente.
Esta técnica constructiva nació en Alemania, pero de manera progresiva, y gracias a la creación del instituto Passivhaus, y el estudio y seguimiento que este realiza, ha ido realizando adaptaciones al clima y elementos naturales de otras latitudes.
En España se ha ido incrementando la construcción de edificaciones bajo estas especificaciones, por presentar múltiples ventajas y beneficios, tanto económicas, como en la salud y confort de las personas que habitan en estas construcciones.
Daremos un repaso a los beneficios que se obtienen, cuando se toma en cuenta ciertas precisiones para construir bajo este estándar. Puede parecer que se abunda en detalles y costos, pero todo se revierte en ahorro y comodidad.
Control de temperatura interna
El estándar Passivhaus emplea mayoritariamente la energía de fuente natural, como lo es la energía solar, para aclimatar el interior de sus habitaciones durante el invierno.
Incluso, al emplear mecanismos de recolección y almacenamiento energético, puede acumularse esta energía durante el verano, cuando abundan y no se requiere, para calentar los espacios, para luego emplearlo en invierno, cuando se requiere de fuentes que brindan calor adicional.
Hermeticidad
La técnica pasiva busca obtener un cierre total de la envolvente del edificio. Elimina todos los puentes térmicos, y no permite entrada de aire ni elementos externos por rendijas ni espacios en la instalación de sus puertas y ventanas.
Esta hermeticidad no supone encerramiento, sino control de variaciones de entrada y salida de temperaturas, y elementos climáticos externos. También es gracias a esta especificación que se logra limpieza y tranquilidad.
Limpieza del aire
Es estándar de construcción pasivo, posee un sistema de ventilación que permite traer al interior de la vivienda, el aire exterior natural y limpio, haciéndolo atravesar por un sistema de filtrado que elimina partículas alergénicas como polen y polvo.
Este mismo sistema de ventilación permite la extracción de todo el aire viciado del interior de la vivienda, limpiando previamente, para enviarlo al ambiente exterior. Así se mantiene el interior de la vivienda completamente saludable, sin dejar contaminantes al planeta.
Iluminación pasiva
En estas construcciones se implementó la colocación de ventanales especiales, con doble o triple laminado, que aísla el ambiente interno de la vivienda, de exceso de calor y ruidos, dejando pasar la luz solar para iluminar sus estancias.
Estos ventanales especiales estarán colocados de modo tal que se aprovecha la mayor irradiación durante la primera parte del día, dejando así de lado el empleo de fuentes de iluminación de origen menos ecológico.
Aislamiento
El estándar pasivo mantiene, entre sus preceptos resaltantes, el aislamiento de sus superficies, eliminando posibles entradas de aire, sonidos y olores del ambiente externo, que puedan causar alteración en el interior de la vivienda.
La eliminación de puentes energéticos, el empleo de materiales aislantes, y la hermeticidad de sus puertas y ventanas, permiten una envolvente cerrada, que mantiene aislados a los habitantes de la vivienda.
Este aislamiento hace que nuestra vivienda sea más confortable.
Salubridad
Las casas pasivas constituyen una construcción saludable, que contribuye al bienestar de sus habitantes.
Este objetivo se logra desde muchos ángulos como son:
Temperatura controlada y confortable que mantiene libre de golpes de calor o enfermedades debido al enfriamiento de las personas.
Empleo de luz solar, que logra un sentido de la vista más sano, al no forzar la visión por el empleo de focos que no son eficientes, al realizar los deberes escolares, la lectura y realización de tareas del hogar en general.
Asimismo, es el sol una fuente de saneamiento de los ambientes, al no permitir la formación de moho en superficies. Recordemos aquello de que “donde entra el sol, no entra el doctor”
El filtrado del aire interior y la liberación del Co2, que pudiera acumularse durante el paso normal de la convivencia humana, nos evitará la posibilidad de iniciar síndromes alérgicos o virosis estacionales.
Por todas estas razones, el estándar de construcción pasiva, va ganando terreno a diario, observando como un pequeño incremento en el costo de la construcción, se devuelve al percibir sus múltiples beneficios.