En un medio ambiente cada día con recursos más limitados es vital recordar que el objetivo de una casa pasiva es adaptarse a los recursos que tiene la zona.
En este sentido, es interesante revisar algunos aspectos que pueden convertir el hogar en una casa pasiva, respetuosa y en armonía con el planeta.
Consejos para convertir una casa en pasiva
- Evaluar las posibilidades de construcción
Un aspecto esencial a considerar es la inversión inicial necesaria al construir una casa pasiva. En realidad, el coste de construcción es más elevado que el que supone edificar una casa de estilo tradicional.
Sin embargo, el gasto inicial, se recupera, con creces en menos de 10 años. En este sentido, solo al considerar el ahorro de energía ya se amortiza en términos favorables la inversión.
Este aspecto tiene tanta importancia que por regulación las construcciones actuales tienen por obligación seguir unas normas muy estrictas que establecen el consumo casi nulo de energía para otorgar las licencias de construcción.
- Prever la efectiva captación solar
Uno de los pasos iniciales en la construcción de una casa de estilo pasivo es evaluar las posibilidades de captar la luz del sol, de tal forma que ofrezca calor y energía en el hogar en todas las estaciones.
En las casas bioclimáticas una de las formas de aprovechar la luz solar es por medio de la orientación de las ventanas y de las habitaciones, para aprovechar la luz del sol.
Hacer frente al calor excesivo, se evita en el verano con la colocación de pérgolas y filtros solares en las ventanas.
- Aprovechar la capacidad de los materiales para calentarse
Esta propiedad conocida como inercia térmica hace referencia al tiempo que necesita un material para calentarse y en soltar ese calor.
Esto quiere decir, que un muro con mucha inercia almacenará calor del sol durante el día para luego liberarlo en el ambiente frío al llegar la noche.
- Incrementar el aislamiento
Este principio supone reducir al mínimo las pérdidas de calor para lograr mantener una temperatura adecuada en el interior de la vivienda el máximo tiempo posible.
En este sentido, se mide lo rápido que un material puede perder calor. Por lo tanto, al aumentar el aislamiento, se minimiza el intercambio de calor en puntos álgidos como las fachadas y las cubiertas.
Al comparar el aislamiento que posee una construcción tradicional con el de una casa pasiva, en las primeras encontramos unos 12 cm máximos y en las nuevas construcciones deben tener por lo menos 20 cm de aislamiento.
- Estanqueidad al aire
Otro elemento fundamental es evitar las filtraciones de aire que provocan bajas temperaturas en las estancias. Las casas construidas con los nuevos estándares suponen una renovación del aire interior, que se debe llevar a cabo por vías mecánicas.
Al controlar el intercambio de aire fresco, se puede filtrar y aumentar los beneficios a la salud de sus habitantes.
- Garantizar la ventilación cruzada
Se alcanza al ubicar aberturas, como ventanas y puertas en direcciones contraria, que generen aire natural, por diferencia de temperatura que aumentan en gran medida la sensación de confort.
- Ventanas de alta calidad
Las aberturas de las viviendas se convierten en el punto de mayor pérdida de energía de un inmueble. Por esta razón el estándar Passivhaus poner énfasis en la estanqueidad del aire y el aislamiento.
En el caso de las ventanas, los cristales que la conforman deben poseer por lo menos 3 capas con unas cámaras de baja emisión. En lo que respecta a la carpintería debe contar con un sistema de rotura del puente térmico con el muro donde esté ubicada.
- Cuidado con los puentes térmicos
Las inversiones que se ejecuten en aislamiento, se pierden en muchas oportunidades si se dejan puntos de contacto con el exterior sin el debido aislamiento. Esto se denomina puentes térmicos.
Además de la pérdida de energía, se agrega la aparición de humedades, nociva para la salud de los residentes.
- Usar a favor el efecto invernadero
Las superficies acristaladas permiten que el calor del sol entre, pero no se devuelve. Se genera un sobrecalentamiento del aire interior que al caer la noche permite aprovechar esta energía. Esto en invierno y al llegar la época de calor se debe utilizar un mecanismo de protección solar.
