El estándar Passivhaus persigue la certificación energética, con la finalidad de brindar el máximo confort a los residentes, en cualquier edificación, bien sea una obra nueva o una rehabilitación.
Dentro de sus indicadores está alcanzar una buena calidad del aire interior y un consumo energético casi nulo, que puede llegar hasta un 90 %, si se compara con un edificio convencional.
Aunque el estándar Passivhaus contiene múltiples elementos, existen 5 principios básicos que lo definen y que siempre deben estar presentes.
5 Principios del estándar Passivhaus
Reducción de puentes térmicos
Los puntos fríos que se forman en las desigualdades del aislamiento térmico es lo que se conoce de manera habitual, como como puente térmico.
Estas desigualdades se ubican en la envolvente térmica de la edificación y son una consecuencia directa de los diferentes elementos o materiales utilizados en la construcción.
Con estos diferentes elementos aparecen los mencionados puntos fríos en las esquinas o juntas, en las se aprecian desmedidas pérdidas de energía además del riesgo de condensaciones.
En este sentido, al eliminar estos puntos, se puede alcanzar una mayor eficiencia energética, se optimizan los recursos y se elimina la posible aparición de hongos o moho, que es un beneficio adicional en mejora de la salud de los residentes.
Ventilación mecánica
Otro punto básico del estándar Passivhaus es la aplicación de un sistema de recuperación del calor por medio de la ventilación mecánica. Esto quiere decir, que no será necesario emplear un sistema de radiador o un equipo similar para poder generar calor.
Se logra esta condición al aprovechar el aire frío o caliente que entra en la vivienda y con el recuperador de calor se disminuye la pérdida de temperatura y la renovación del aire interior, al extraer el aire que está viciado.
Al mismo tiempo se impulsa al interior de la vivienda el aire renovado y se preserva de esta manera un ambiente saludable para los residentes al respirar un aire más limpio.
Hermeticidad
En la construcción de un inmueble se mide su hermeticidad a través de una prueba de presión, que mide los indicadores de la calidad de la construcción, al mismo tiempo que la cantidad y estado de las filtraciones de aire.
Si encuentran la presencia de alguno de estos factores, es momento de corregirlo y sellar de manera correcta todas las juntas y los espacios entre las uniones y fisuras, mejorando su eficiencia.
Aislamiento térmico
Cumplir con el estándar Passivhaus implica hasta triplicar el espesor del aislante térmico, si se compara con el que se utiliza, de manera común en las construcciones tradicionales.
Esto se ejecuta con la finalidad de garantizar que se pueda reducir de manera considerable la demanda de energía.
Por otra parte, con el adecuado aislamiento se logra que la vivienda mantenga mejor la temperatura y resulte más confortable, sin necesidad de la instalación de sistemas de climatización.
Calidad y prestación en puertas y ventanas
Es conocido que la hermeticidad de la casa también puede verse afectada por las ventanas y puertas por donde se puede escapar el aire. Si se siguen los parámetros establecidos por Passivhaus se debe cuidar su ubicación en el proceso de diseño y construcción.
Otros aspectos importantes
Además de los principios básicos, existen otros elementos que deben cumplirse para obtener el deseado estándar Passivhaus.
- Protección solar en el exterior.
- Ventilación nocturna, que se combina con la inercia térmica.
- Instalaciones eficientes, tanto de la calefacción como de refrigeración.
- Iluminación eficiente que reduce el consumo de energía primaria.
Para concluir, lograr el estándar Passivhaus es un proceso completo, donde con el cumplimiento de los principios básicos se logra la eficiencia energética y un mayor confort térmico para los habitantes.