Las casas pasivas, muy en boca en la actualidad, poseen un aire interior más limpio, libre de toxinas, además de un bajo requerimiento energético.
Dentro de los criterios exigidos en estos estándares se encuentran las ventanas, que deben cumplir ciertas especificaciones para lograr la hermeticidad, y correcto aprovechamiento de la energía solar.
El instituto passivhaus que cuida la correcta integración de todas las especificaciones necesarias para el estándar, les otorga un sello de aprobación una vez verifica que cumplen con lo requerido. Además, estos fabricantes de ventanas para viviendas pasivas, son incluidas en un listado oficial, y si desea utilizar otras que no estén en dicha lista, debe cumplir y justificar sus valores antes de formar parte de una construcción.
Requerimientos
Las ventanas que cumplen con la certificación passivhaus, deben logran mantener una temperatura interior mínima de 17º, no permitir la aparición de condensaciones en su superficie, durante el día más frío del año, dentro de las condiciones climáticas del lugar de construcción.
Otra característica de importancia que deben poseer las ventanas en casas pasivas, es la reducción al máximo de las pérdidas calóricas del interior de la vivienda, en estaciones frías para que de este modo, el requerimiento de calefacción sea nulo, o por lo menos muy pequeño.
En las casas pasivas, la hermeticidad del ambiente y la estanqueidad del aire dependen, entre otros factores, del correcto sellado que tengan los cristales de la ventana con su marco, y de la instalación correcta, sin fisuras, ni grietas que permitan fugas o entradas con vientos no deseados.
Adicionalmente, siempre se estudia la correcta orientación y punto de instalación de cada ventana, para que las condiciones climáticas de luz solar, y corrientes de aire, sea aprovechado al máximo.
El comportamiento térmico de una ventana certificada como pasiva, debe tener un valor igual o inferior a 0,8 W/m². Obtenido este valor con la ventana ya instalada y teniendo en cuenta todos sus componentes y ubicación.
Especificaciones
Material: son realizadas en vidrio de calidad óptima, con cámaras internas, contentivas de gases que optimizan el control de temperatura. Está descrito que pueden poseer hasta tres compartimientos internos llenos de Argón o Kriptón.
Sin puentes térmicos: se les colocan membranas aislantes para separar el vidrio y el marco, generalmente de algún material plástico, y así impiden la transmisión de calor entre los materiales y diferentes cámaras de la ventana.
Estas membranas o espaciadores, a pesar de parecer un detalle pequeño, realmente constituyen un punto importante, ya que de colocarse los convencionales de aluminio o acero inoxidable, energéticamente acumularan mayor calor, que termina trasladándose al interior y restando confort a la edificación.
Instalación apropiada: la ventana correcta dentro de una casa pasiva, será instalada en el muro adecuado, con orientación debida para optimizar el ambiente de la vivienda, tomando en cuenta clima, vegetación y otros parámetros.
Como podemos apreciar, las ventanas dentro del cumplimiento del estándar passivhaus, cumple un rol de mucha importancia, que va más allá de lo ornamental o estético. Están de primeras dentro de las especificaciones que controlarán el intercambio de temperatura entre el ambiente interno y externo y, definitivamente actúan como factor decisivo, dentro de las necesidades energéticas, al ser las que controlan la sensación térmica, aislando y equilibrando estos dos ambientes.
Por todo esto, la ventana aprobada bajo el estándar passivhaus obtiene sello y certificado por el instituto.