El concepto de casa pasiva se reconoce mundialmente como modelo de eficiencia y control, con unos exigentes objetivos de ahorro energético y mejora de las condiciones de vida, además de cuidado del planeta. Es decir, es un claro ejemplo de la edificación sostenible que se ha convertido en la prioridad de las actuales políticas del sector. Hoy nos detenemos en un detalle esencial, la orientación en una casa pasiva.
Es interesante comparar con la nueva EPBD, la directiva europea sobre eficiencia energética en los edificios.
¿Por qué es importante la orientación en una Passivhaus?
Las construcciones pasivas se adelantaron en el tiempo a esa reivindicación actual de entender la edificación como un elemento que debe jugar a favor del bienestar de las personas y del cuidado medioambiental.
Edificios pensados para que la calidad de vida sea mejor y, a la vez, priorizando la eficiencia energética. De esta forma, las construcciones son espacios más confortables y presentan un impresionante ahorro energético. Y, por si fuera poco, también gana el planeta, pues se construyen minimizando el daño medioambiental en el proceso de edificación..
La orientación de una casa pasiva es uno de los factores más determinantes para alcanzar esa eficiencia y confort térmico. Esto es así porque permite el máximo aprovechamiento de las radiaciones solares y su efecto calórico, de forma que se ahorra en consumo energético. Por supuesto, complementando con sistemas de aislamiento y criterios de hermeticidad.
¡Descúbrelo! La importancia del sellado hermético en una casa Passivhaus.
En el caso de construir en zonas cálidas, la orientación Passivhaus debe estudiarse para evitar el sobrecalentamiento, añadiendo medidas de contrapeso como veremos después.
Finalmente, es evidente la influencia de la orientación de una vivienda en la iluminación. Aquí es interesante recordar que la iluminación natural no solo ayuda a reducir el gasto energético, sino que es importante para la salud de los ojos, sobre todo en lo que se refiere a la fatiga visual.
Estrategias de diseño según la orientación de la casa
Aunque las casas pasivas no entran directamente en el modelo de la arquitectura bioclimática, sí comparten ciertos principios. En el caso de los proyectos Passivhaus, los condicionantes climáticos y físicos son un instrumento más, no el prioritario, que se aprovecha con el objetivo de alcanzar la máxima eficiencia energética.
Por tanto, en la planificación de un edificio pasivo hay que analizar las circunstancias del lugar donde se va a ubicar, poniendo especial foco en la orientación. Datos como el clima, el entorno, la incidencia de las radiaciones deben estudiarse para detalles del diseño tan importantes como la ubicación de la fachada y la distribución de las estancias o la colocación de ventanas y su tamaño, entre otras.
Pero, centrándonos en el asunto de la orientación pasiva, hay tres variables que afectan a las estrategias de diseño que se deben aplicar en cada proyecto.
Orientación sur
En las edificaciones levantadas en el hemisferio norte, esta orientación es la ideal si se quiere captar la máxima radiación solar en invierno, para combatir las temperaturas bajas con mínimo gasto de calefacción.
En estos casos, hay que incorporar sistemas de protección solar para sombrear en los meses cálidos y que no se produzca exceso de calentamiento.
Orientación norte
Una casa pasiva con orientación norte recibe menos radiaciones solares, por tanto, debe poner el énfasis en el aislamiento. Se tienen que minimizar las aberturas, ya que son puntos más propensos a las pérdidas de calor.
Otra estrategia de diseño aplicable en estos casos es la de ubicar en las zonas de orientación norte las estancias con usos puntuales, como baños o lugares de almacenamiento. De esta forma, se consigue que funcionen como barreras térmicas.
Recordamos las principales estrategias para solucionar los puentes térmicos.
Orientaciones este y oeste
Probablemente, el supuesto más complejo es una casa pasiva con orientación este/oeste, ya que el pico de las radiaciones se concentra en las primeras horas de la mañana (este) o en las últimas de la tarde (oeste).
Las medidas constructivas más efectivas para poder controlar el bajo ángulo de los rayos, que es el principal problema, son:
- Los vidrios de baja emisividad.
- Sistemas de protección solar verticales.
- Reducir las aperturas en las fachadas con estas orientaciones.
¿Qué tener en cuenta a la hora de elegir la orientación para una casa pasiva?
Como hemos visto, cada orientación tiene unas ventajas y unos inconvenientes específicos. El diseño pasivo debe conseguir que esos efectos positivos jueguen a favor de la eficiencia y el confort, mientras limita los problemas que pueda llevar asociado.
En este sentido, la primera estrategia imprescindible es estudiar los condicionantes climáticos y físicos de la zona en la que se ubique la construcción. Teniendo en cuenta datos como:
- La inclinación de los rayos, que es distinta según la latitud. Pero, además, va variando a lo largo del año. Este factor debe estudiarse para decidir el tamaño y colocación de las ventanas y los sistemas de sombreado.
- El sombreado. Los edificios colindantes u otros elementos (árboles, desniveles del terreno…) generan sombras sobre el inmueble que afectan a la captación de los rayos. Hay que aprovecharlos a favor de la eficiencia energética del proyecto.
- Las temperaturas. En zonas frías es más interesante potenciar la orientación sur. Por el contrario, en las latitudes más cálidas, habrá que minimizar con medidas específicas el sobrecalentamiento en las fachadas con orientación sur.
Un segundo paso esencial para optimizar la orientación Passivhaus es el de la distribución de las estancias. Es evidente que, en una misma construcción es inevitable que haya distintas orientaciones. La clave es posicionar los espacios teniendo en cuenta su uso, es decir, si se pasa más tiempo en ellos, en qué momento del día y qué tipo de actividades se realiza. No es lo mismo un dormitorio, que el comedor o el baño.
Por último, uno de los mayores aliados para contrarrestar los efectos de la orientación en una casa pasiva consiste en instalar sistemas de VMC, mejor con recuperación de calor. Estos sistemas, además de contribuir a la eficiencia energética, son más saludables porque mantienen una renovación constante. Además es más profunda, ya que sus filtros retienen alergenos, VOC y otros contaminantes del aire.
La ventilación cruzada manual tiene unos efectos mucho más limitados, por eso, no es aceptable dentro de los estándares Passivhaus.
Conoce los 5+1 principios básicos Passivhaus que definen el estándar de construcción eficiente.
Ventajas de una correcta orientación en la construcción Passivhaus
El modelo de edificación pasiva no puede entenderse sin poner en valor que se trata de un concepto integral. Todos los factores influyen, pero el resultado final es producto de la combinación del conjunto de medidas.
Sin embargo, también es cierto que cada uno de los elementos tiene unos beneficios específicos. De la orientación, una casa pasiva obtiene estas ventajas:
- Ahorro energético. Es un agente esencial para aprovechar el poder calorífico de los rayos solares, con su repercusión en el gasto en calefacción. Con sistemas de protección solar adecuados, se consigue un efecto sombreado que mantiene los interiores frescos en verano. También, hay una reducción en la factura de la luz. ya que se aprovecha la iluminación natural.
- Mayor durabilidad de la edificación. Se rebaja la exposición a agentes externos que pueden agredir a los distintos elementos constructivos y al inmueble en su conjunto. Además, los sistemas activos tienen un uso más limitado, lo que redunda en su mantenimiento.
- Aumento del bienestar. La orientación y sus medidas de refuerzo o contrapeso son decisivos para mantener los interiores confortables, tanto a nivel térmico como lumínico.
Estas son las principales diferencias entre una casa pasiva y una convencional.
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Preguntas frecuentes sobre la orientación en casas pasivas
¿Cómo afecta la orientación al consumo energético en una Passivhaus?
Su incidencia más decisiva tiene que ver con la reducción de gasto en calefacción, aprovechando el efecto calórico de las radiaciones solares. Al complementar con sistemas de protección solar (persianas, toldos, voladizos), también se reduce el consumo en refrigeración los meses de calor.
No podemos olvidar que, además, hay menos consumo de luz, porque se aprovecha al máximo la iluminación natural.
¿Qué orientación es más recomendable según el clima de la región?
En las zonas de clima frío ubicados en el hemisferio norte, la orientación sur es la que permite un mayor aprovechamiento del sol.
En los climas cálidos, la clave es contrarrestar los efectos calóricos en los meses de temperaturas más altas con la instalación de sistemas de protección solar y ventanas con acristalamientos de bajas emisiones.
¿Se puede ajustar la orientación de la casa en una rehabilitación Passivhaus?
Se podría abordar una redistribución de las estancias, utilizando las que tienen un uso más puntual como barreras térmicas, y posicionando el resto según la utilización y ocupación a la que estén destinadas.
Pero, en caso de no querer abordar una reforma tan compleja, hay elementos constructivos que refuerzan el aislamiento en las zonas más frías o que proporcionan sombreado en las más calurosas, que compensan los problemas de una orientación menos efectiva.