Tomar la elección de comprar una vivienda conlleva un estudio anterior profundo, debido a que la inversión es notable y debemos remover cualquier duda que logre surgir previo a hacer la operación.
Uno de los gigantes errores que cometemos los consumidores es no examinar los “gastos invisibles” que tiene una compra y, en específico, una vez que hablamos de una casa, hablamos de consideraciones previas como orientación, materiales de construcción y, primordialmente, retiramiento y eficiencia energética.
Y aquí es donde hablamos del criterio de viviendas pasivas o Passivhaus, nombre que se les da a las viviendas que consiguen la certificación bajo el estándar por parte del Instituto Passiv Haus en Alemania.
En este artículo hablamos del sentido de vivienda pasiva y los beneficios que da este modo de casa más ecológica, sustentable y eficiente de todo el mundo.
Casas pasivas
Esta clase de creación usa un modelo de repartición y materiales aislantes que disminuyen a la mínima expresión el consumo energético e incrementa al mayor el grado de bienestar del dueño.
Una vivienda pasiva resulta más interesante cuanto peores sean las condiciones atmosféricas externas, tanto en tan solo gélido como de calor, y allí es donde en pleno siglo XXI y con costes cada vez más elevados de abasto eléctrico y gas, comienzan a ser consideradas por ser definitivamente rentables e imprescindibles.
Y, por si fuera poco, en la actualidad la inversión en una casa pasiva no es bastante distinta a la de una casa regular, debido a que cada vez tienen la posibilidad de lograr materiales a menor coste, sin embargo, que cubren por completo los estándares de validación Passivhaus.
Para ahondar más en el término de vivienda pasiva, vamos a conocer las primordiales ventajas que da y, desde aquí, entramos de lleno en los costes extras que implica esta clase de construcción.
Ventajas de las viviendas pasivas
Tenemos la posibilidad de generar un enorme listado de ventajas que nos da una vivienda pasiva, aunque la hemos acotado de la siguiente forma:
Costos competitivos
Si en los años 90 las viviendas pasivas suponían un sobrecoste que no todo el planeta podía acometer, con amortizaciones exageradamente largas, en pleno siglo XXI los costos de esta clase de casas sostenibles son muchísimo más competitivos y se acercan año tras año al coste de la casa clásica.
Hablando de números, la más grande inversión inicial de la casa pasiva se amortiza alrededor de 5 a 10 años o inclusive menos, en especial por el ahorro que se obtiene en el consumo de calefacción y aire acondicionado, que implica hasta un 90% menos con respecto al parque de casas clásicas.
Además, con el acceso al mercado de un número de organizaciones dedicadas a la obra de esta clase de casas, el costo de mercado de todos sus elementos se está regulando.
Eficiencia energética y ahorro económico
Contar con una casa con un completo tratamiento implica mantener la temperatura con más seguridad que una vivienda con retiro pobre.
Esto implica un ahorro constante en luz, agua y gas a partir del primer instante, y lo notaremos inmediatamente en nuestra factura de la luz.
Por colocar cifras al tema, la diferencia de costos en calefacción, refrigeración y agua caliente puede superar los 2.500 €/año entre una vivienda con mal retiro (categoría G) y una vivienda Passivhaus con eficiencia energética A++.
Sostenibilidad
Si el bolsillo no nos implica aún un aliciente, necesitas saber que en términos de sostenibilidad y ecología, una vivienda pasiva además suele integrar elementos sostenibles, medioambientalmente hablando, una vez que se usa la madera como componente estructural del sistema constructivo, así como otros materiales respetuosos con el medio ambiente.
Si bien, a grado ecológico, donde más efecto tiene una vivienda pasiva es en cuanto al ahorro en luz y gas natural, una vez que para el abastecimiento de las mismas se aplican fuentes de energía no renovables como los combustibles fósiles que suponen la tendencia común en España. O sea, el 74% de la energía consumida en España nace del petróleo, el carbón y el gas.
El estándar de vivienda pasiva busca constantemente posibilidades de obtención energética sustentable por medio de fuentes de energías renovables, como la instalación de placas solares, la geotermia, etcétera.
Aislamiento térmico y acústico
Si bien ya hemos comentado del ahorro económico por aislamiento frente al frío y calor, no se debe olvidar el aislamiento acústico. Una vivienda Passivhaus bien aislada disminuye hasta en 48 db el sonido del exterior, componente que se incrementa de manera obvia el bienestar de los residentes, empero es que optimización además su capacidad cognitiva y de concentración para el desarrollo de labores.
Este suceso involucra en la actualidad más grande relevancia para el ejercicio de nuestro trabajo debido a que, a tenor de la crisis sanitaria que aún estamos sufriendo, el teletrabajo está cobrando una más grande relevancia.