En los últimos tiempos se ha tomado atención a disminuir el consumo, de combustible en vehículos, de electricidad en los electrodomésticos, de iluminación en las viviendas y más.
Esto obedece a un gran intento de beneficiar a nuestro planeta, y permitirnos una vida sana con más recursos a la disposición.
En el mundo de la arquitectura, también se está mirando hacia estas mejoras, y es justamente lo que inspira la construcción pasiva de viviendas y edificaciones en general.
Exigencias
En la Unión Europea se estima que el consumo energético de las viviendas y edificios es casi del 50 % del consumo total, lo que se convierte en una gran parte a tomar en cuenta.
Las nuevas construcciones que se levanten, deben seguir las consideraciones necesarias para que sean de consumo energético nulo o cercano a cero.
El estándar pasivo de construcción, viene a cubrir esa necesidad de hacer las viviendas más eficientes desde el punto de vista energético, llegando a mejorarlo en un rango de hasta 85 %.
En ellos el confort térmico se consigue empleando sistemas de ventilación que enfrían o calientan el ambiente, según sea la temperatura del momento. De esta manera, los sistemas de aire acondicionado y calefacción pasan a ser una opción de apoyo, muy poco empleado.
Parámetros deseables
Las viviendas passivhaus, para certificarse como tales, deben cumplir con ciertos parámetros de consumo.
La calefacción o enfriamiento de la vivienda debe estar por los 15 kWh/m² año, y en consumo de energía primaria debe estar por el orden de 120 kWh/m² año.
La envolvente de la edificación se mantendrá en el orden de 0,6 h-1 50 Pa.
Los expertos en construcción sostienen que levantar una casa con las características pasivas que mencionamos, no debe incrementar los costos de su construcción.
Detalles como elegir la localización, y ubicar estratégicamente la edificación solo necesita el tener conocimientos acerca de cómo influyen los elementos bioclimáticos para favorecer el confort climático y la iluminación.
Instalar un sistema de paneles solares, con medios de almacenamiento, y conversión de la radiación solar, a energía fotovoltaica, podría encarecer un poco.
No olvidemos que este costo se revierte con rapidez, al disminuir el consumo de otras energías.
Los puntos en los que se sostiene la disminución de consumo energético en este tipo de construcción, son los siguientes.
Aislamiento externo
El sistema de aislamiento térmico exterior es el que más se emplea en las construcciones pasivas.
Al colocarse el sistema por fuera, resulta más fácil y menos engorroso, y además reduce de manera considerable el número de puentes térmicos en la construcción.
Las casas pasivas son aisladas en todas sus caras, incluso en ocasiones se aíslan hasta los cimientos, y si quedan zonas de puentes térmicos, se emplean materiales de poca conducción para cubrirlos y disminuir su impacto.
Ventanas pasivas
Se recurre a ventanales estratégicamente orientados, y con doble o triple capa, los marcos, por donde también se transmite calor, serán delgados y de material poco conductor.
Debe recurrirse a elementos de sombreado en los ventanales, para disminuir el impacto de la radiación en verano, y que pueda dejar pasar la misma en invierno.
Para este sombreado se puede recurrir a la instalación de persianas, toldos, e incluso ayudarse con elementos naturales.
El sembrado de árboles es muy empleado para establecer un cerco natural a la edificación, al tiempo que brinda sombra al necesitarla.
El aprovechamiento de los elementos bioclimáticos es vital para este tipo de construcción, y en el clima que disfrutamos en nuestro país.
Envolvente hermética
Lograr sellar por completo la envolvente de una edificación, dará hermeticidad a la misma. Impedir que entre aire viciado, y lleno de calor o frío que altere el confort térmico, es una de las tareas que se da al sellado hermético.
Usar diferentes materiales y métodos para lograr la estanquidad necesaria, es tarea del constructor que busca conseguir una vivienda, donde el consumo energético sea casi nulo.
Intercambio de aire
Mantener a un grupo de personas, haciendo vida dentro de un edificio, genera una serie de desechos, que contaminan el aire de la estancia.
Poder limpiar ese aire, para librarlo de toxinas, y cambiarlo por aire externo, limpio y atemperado, es la tarea que se encomienda al sistema de ventilación y filtrado en las casas pasivas.
Mantener la temperatura, sin saltos entre diferentes habitaciones de la misma, logra disminuir el uso y abuso de sistemas externos de aire acondicionado o calefacción.
Esto va a incidir, de manera clara, en los gastos energéticos de la vivienda, favoreciendo el bolsillo del propietario y el planeta al mismo tiempo.
Lograr llevar a la construcción, a necesidades energéticas cercanas a cero, es el fin último de la conciencia de conservación del ambiente.
La construcción pasiva sigue enfocada en llevar este requerimiento en disminución hasta lograr que sea totalmente nulo.