Hoy es obligatoria la certificación energética de una vivienda para poder venderla, de este modo nos hacemos una idea del coste energético que nos supondrá. En una vivienda Passivhaus, esta certificación nos indica que su eficiencia es máxima y que nuestra factura energética será mínima. Pero, ¿nos hemos parado a pensar que no solo la vivienda influye en el consumo energético? Los electrodomésticos juegan un papel importante, y es necesario prestarles atención para seguir con la cultura de las casas pasivas. Una lavadora bitérmica es la solución que ayuda a conseguir la máxima eficiencia energética en los edificios.
Lavadora bitérmica, la desconocida
Cuando vamos a comprar un electrodoméstico, los principales factores de compra son la marca y sus funcionalidades. Si que es cierto que cada vez tienen más funcionalidades interesantes, y más ahora con la integración con el
IOT, pero la mayoría de veces la etiqueta energética pasa a un segundo plano. Podríamos aceptar el “no protagonismo” de esta etiqueta si fuesen aparatos eficientemente energéticos, pero el caso de la lavadora necesita especial atención y más para los estándares Passivhaus.
La lavadora es uno de los electrodomésticos que más consume en una casa, ya que necesita calentar la entrada de agua fría (normalmente entre 4ºC y 18ºC) para optimizar el lavado de la ropa. Este proceso de calentamiento del agua hasta los 20ºC y 90ºC requiere mucha energía que finalmente repercute en la factura energética.
La solución a este gasto de energía pasa por la compra de una lavadora bitérmica, en la que, en vez de tener una sola entrada de agua fría, tiene otra adicional para el agua caliente proveniente del sistema de generación de agua caliente sanitaria (ACS). El sistema ACS puede suministrar agua entre 35ºC y 60ºC a la lavadora bitérmica, siendo mucho más eficiente, ya que estos generadores de ACS están especialmente diseñados para calentar el agua. Los generadores de ACS en una casa pasiva pueden ser equipos de aerotermia o placas solares térmicas, con consumos prácticamente nulos.
Un punto a tener en cuenta para aprovechar al máximo una lavadora bitérmica, es su instalación cerca del generador de ACS para que el agua caliente no pierda temperatura durante el viaje por los conductos.
Ayudando a la reducción de CO2
La reducción de consumo que podemos obtener con una lavadora bitérmica se sitúa entre un 20% y un 50%, lo que se traduce en ahorro económico, pudiendo incluso suponer la contratación de una potencia eléctrica menor. Pero por encima de este ahorro es más importante la reducción de las emisiones de CO2, ayudando a la descarbonización de los edificios, una de las principales características de los edificios pasivos.
Sus precios están un poco por encima de las lavadoras convencionales, pero con su eficiencia energética finalmente este sobrecoste se amortiza y se contribuye al respeto con el medio ambiente. ¡Cuando tengas que comprarte una lavadora, pregunta por las lavadoras bitérmicas!
