El estándar passivhaus viene siendo utilizado desde hace algunos años, y aunque inició en Alemania, cada vez encontramos construcciones pasivas en todo los continentes.
Este estándar de construcción emplea diferentes técnicas constructivas que nos aseguran una eficiencia energética. Se apoya, también, en la ubicación geográfica, y la utilización de los elementos climáticos de su entorno, para mejorar el consumo energético adicional en más del 50%.
Elementos del estándar pasivo
Ubicación en el entorno
Una vez decidida la localización geográfica en donde será construida la vivienda, se procura una ubicación que permita al máximo el aprovechamiento de la energía solar y la dirección del viento, a fines de aprovechar la iluminación y efecto terco de ambos elementos.
Las consideraciones de la ubicación, harán disminuir el uso de iluminación adicional durante el día, y también de equipos de calefacción o acondicionamiento de aire interno.
Durante el invierno aprovechamos el efecto térmico del sol, y en verano las corrientes de aire harán más agradable la temperatura, sacando el calor acumulado.
Aislamiento
Las técnicas previstas en el estándar para aislar la construcción, nos otorga el beneficio de mantener los muros y cubiertas de la vivienda, con una efectiva protección, para impedir el paso de la temperatura externa, o por lo menos disminuir el efecto térmico de la energía solar, o los embates del invierno.
Hermeticidad
El aislamiento, en conjunto con la eliminación de puentes térmicos, le da a la vivienda una hermeticidad que da como resultado un ambiente interno controlado.
La posibilidad de eliminar la entrada de calor o frío, olores molestos y ruidos desagradables del ambiente externo a la vivienda es la responsable del confort en nuestro hogar pasivo.
Ventilación
Si nos quedamos con la hermeticidad y nada más, podrá pensarse en un ambiente muy caliente, y con un aire interior contaminado.
Es por esto que se le instala un sistema de ventilación que permite el intercambio de aire viciado, producto de la permanencia de personas en la vivienda, más la emanación de ciertos olores y temperatura proveniente del desenvolvimiento de la vida dentro del hogar.
También, posibilita la entrada del aire externo, previamente filtrado por mecanismos instalados, liberándose de contaminantes y adecuando la temperatura que trae, y que permiten respirar aire sano y fresco.
Estanqueidad
La posibilidad de lograr la estanqueidad en el interior de una construcción, supone evitar la entrada brusca de aire, a temperaturas no confortables para el momento y estación en la que se está, y que conduce a la fluctuación en la demanda energética de la vivienda.
Evitar estas fluctuaciones también tiene un impacto positivo en la salud de las personas que habitan la vivienda.
Todos los elementos que componen el estándar de construcción pasiva, se interrelacionan, y contribuyen al último efecto que se busca, y que no es otro que lograr una eficiencia energética, mientras se disfruta de un interior confortable y saludable para todos los residentes.
El estándar se asegura de que las condiciones se cumplan, y permitan un ahorro, en cuanto a la necesidad de energía adicional, impactando en el presupuesto y economía doméstica, mientras contribuye a la salud del planeta.